La disfunción eréctil o impotencia es una de las disfunciones sexuales más frecuentes en el hombre. Según el Estudio Epidemiológico para la detección de Disfunciones Sexuales en paciente de Atención Primaria, realizado recientemente por los doctores Lorenzo Guirado y Luis García-Giralda, el 42 por ciento de los españoles de entre 18 y 95 años sufre este trastorno que incapacita a la persona para obtener o mantener una erección apropiada hasta el final de la actividad sexual. Se considera que un hombre padece impotencia sexual cuando hay fracasos en el coito en más de un 50 por ciento de los casos, y esto dura dos o tres meses sin que haya ninguna causa externa que le esté preocupando especialmente.
La disfunción eréctil puede deberse a causas de origen orgánico como:
- problemas endocrinos (diabetes),
- vasculares,
- neurológicos,
- urológicos (lesiones congénitas del pene),
- farmacológicos (drogas, alcohol, tabaco, algunos medicamentos),
- traumáticas (fracturas en la pelvis); o por motivos psíquicos como: el miedo al fracaso, sentimientos de culpa, infidelidad, problemas psicológicos de ansiedad por la propia disfunción, etc.
En el 60 por ciento de los casos la disfunción eréctil puede ser la primera manifestación de otras enfermedades concomitantes como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, el colesterol en la sangre, la hipertensión...
El Estudio Epidemiológico para la detección de Disfunciones Sexuales en paciente de Atención Primaria concluye que, el 54 por ciento de los pacientes con disfunción eréctil padecen hipertensión, un 48 por ciento hipercolesterolemia, un 36 por ciento problemas de próstata, un 26 por ciento diabetes y un 19 por ciento patología cardiaca.
miércoles, 24 de marzo de 2010
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