Implantes de pecho, botox para las arrugas, liftings, liposupciones,... y así hasta completar una larga lista. Tener un cuerpo 10 se ha convertido, hoy por hoy, en el sueño de muchos hombres y mujeres; y la cirugía estética, el camino para conseguirlo. Y si no, atentos a las cifras, ya que existen alrededor de 20 millones de personas en todo el mundo que se han sometido a alguna operación de este tipo. Sin embargo, pocos son los que conocen los riesgos. La pregunta es, ¿qué es peor, el remedio o la enfermedad?
Felipe Coiffman, prestigioso cirujano plástico y profesor en la Universidad de Colombia, ha realizado un estudio para comprobar los efectos secundarios que causan muchos de los rellenos que se utilizan en las operaciones. Y la conclusión es, al menos, preocupante. Calcula que hay más de un millón de personas que son víctimas de lo que él ha bautizado como "alogenosis iatrogénica", caracterizada por la aparición de úlceras, fístulas y granulomas en zonas con rellenos permanentes. Es llamada así porque es provocada por sustancias extrañas al organismo (alogenosis) y porque la producen los médicos que inyectan estos materiales (iatrogénica).
Coiffman asegura que "el mundo de la estética ha producido más de 40 sustancias inyectables sin saber los riesgos exactos que provocan" y por eso existen cada vez más pacientes que presentan diferentes secuelas como consecuencia directa. Afirma, además, que la mayoría de sustancias usadas como relleno son susceptibles de provocar esta enfermedad: parafinas, silicona, vaselina, aceite mineral o vegetal, grasas animales, colágenos...
La inflamación, los edemas, cicatrices queloideas, hiper o hipopigmentaciones, ulceraciones, necrosis, fibrosis, infecciones y fístulas son algunos de los signos externos con los que se manifiesta la alogenosis iatrogénica. El dolor, la fiebre, dolores articulares, malestar y depresión, algunos de sus síntomas.
Este prestigioso cirujano declara que en estos casos lo más apropiado sería proceder a la extracción de los rellenos. Sin embargo, en muchas ocasiones, esto se vuelve muy complicado e, incluso, imposible. Y alerta sobre los tipos de tratamiento que hay que evitar a toda costa en estos casos: la aplicación masiva de corticoides, los masajes y las lipoaspiraciones, ya que son técnicas que adelgazan la piel y lo que hacen es que los abultamientos sean aún más visibles.
Coiffman culmina su estudio afirmando que
Atendiendo a estos datos y para los que tengáis en mente realizaros algún "arreglito" en vuestro cuerpo, acudid siempre a profesionales que os informen de los riesgos y posibles efectos secundarios y tomad conciencia de que con el paso del tiempo la posibilidad de padecer alogenosis iatrogénica os acecha.
Ver | Estudio sobre alogenosis iatrogénica del Doctor Coiffman
Felipe Coiffman, prestigioso cirujano plástico y profesor en la Universidad de Colombia, ha realizado un estudio para comprobar los efectos secundarios que causan muchos de los rellenos que se utilizan en las operaciones. Y la conclusión es, al menos, preocupante. Calcula que hay más de un millón de personas que son víctimas de lo que él ha bautizado como "alogenosis iatrogénica", caracterizada por la aparición de úlceras, fístulas y granulomas en zonas con rellenos permanentes. Es llamada así porque es provocada por sustancias extrañas al organismo (alogenosis) y porque la producen los médicos que inyectan estos materiales (iatrogénica).
Coiffman asegura que "el mundo de la estética ha producido más de 40 sustancias inyectables sin saber los riesgos exactos que provocan" y por eso existen cada vez más pacientes que presentan diferentes secuelas como consecuencia directa. Afirma, además, que la mayoría de sustancias usadas como relleno son susceptibles de provocar esta enfermedad: parafinas, silicona, vaselina, aceite mineral o vegetal, grasas animales, colágenos...
La inflamación, los edemas, cicatrices queloideas, hiper o hipopigmentaciones, ulceraciones, necrosis, fibrosis, infecciones y fístulas son algunos de los signos externos con los que se manifiesta la alogenosis iatrogénica. El dolor, la fiebre, dolores articulares, malestar y depresión, algunos de sus síntomas.
Este prestigioso cirujano declara que en estos casos lo más apropiado sería proceder a la extracción de los rellenos. Sin embargo, en muchas ocasiones, esto se vuelve muy complicado e, incluso, imposible. Y alerta sobre los tipos de tratamiento que hay que evitar a toda costa en estos casos: la aplicación masiva de corticoides, los masajes y las lipoaspiraciones, ya que son técnicas que adelgazan la piel y lo que hacen es que los abultamientos sean aún más visibles.
Coiffman culmina su estudio afirmando que
"la alogenosis iatrogénica no mata físicamente al paciente, pero sí destruye su psiquismo, su autoestima y su calidad de vida".
Atendiendo a estos datos y para los que tengáis en mente realizaros algún "arreglito" en vuestro cuerpo, acudid siempre a profesionales que os informen de los riesgos y posibles efectos secundarios y tomad conciencia de que con el paso del tiempo la posibilidad de padecer alogenosis iatrogénica os acecha.
Ver | Estudio sobre alogenosis iatrogénica del Doctor Coiffman
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