El pasado miércoles el Gobierno anunció unas nuevas medidas para tratar de paliar el déficit público que pasan por la reducción del gasto farmacéutico y que supondrían un ahorro de unos 1.300 millones para el Estado. Este ahorro procedería de una bajada de los precios de los medicamentos (1.050 millones) y de la modificación de los envases (250 millones).El anuncio fue confirmado ayer por José Martínez Olmos, Secretario General de Sanidad, y las medidas serán aplicadas a partir del 1 de agosto. Olmos afirmó que la iniciativa afectará también a los fármacos con patente no incluídos en el sistema de precios de referencia. Además, el mayor recorte lo verán los fármacos que lleven más años en el mercado.
Por otra parte, las medidas incluyen a mayores la intención de lograr un consumo más eficiente y para ello el Gobierno pretende que los medicamentos puedan comprarse en la dosis que los médicos consideren oportuna, algo que llevan reclamando los profesionales sanitarios desde hace tiempo.
Ante el anuncio de estas medidas, el sector farmacéutico ya ha mostrado sus reacciones. Farmaindustria considera que "la disminución de los precios es una medida inasumible". La patronal cree que se perderán unos 20.000 puestos de trabajos y que la investigación y la producción nacional, también se verán afectadas.
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