“Dicen que cuando Buda encontró la Iluminación, esbozó una sonrisa y de sus ojos brotaron lágrimas, lágrimas de té”.
Proverbio anónimo
Son las 17:00 de la tarde, al final del pasillo principal entre el frigorífico y la hornilla, hay un armario en el que se encuentran numerosas cajas de metal. Algunas son de Ceilan, otras de China y las más sobrias de Europa. Elijo una de color negro con una caligrafía japonesa roja. La abro y me llega una sutil olor a mar. Es un té verde japonés con algas y jengibre, ideal para media tarde.
Este podría ser el comienzo de la sobremesa en muchísimos lugares del mundo. Produciéndose unas 3,2 toneladas en todo el mundo, el té es una planta que se consume desde tiempos inmemoriales en China, Japón Ceilán,y gran parte de Europa.
Pero además de ser una autentica excusa para crear un momento,
el consumo habitual de té tiene grandes beneficios para la salud. Está demostrado que le té verde, tomando unas 5 tazas diarias, beneficia el sentimiento de angustia y la depresión.
Este tipo de té, tambien es beneficioso para enfermedades y trastornos como el Alzheimer, cáncer, enfermedades cardiovasculares, entre otras.
El té blanco es una fuente natural de vitamina B teniendo numerosos beneficios para la piel, demostrándose sus activos como anti-envejecimiento.
La variedad roja de la planta tiene una capacidad para absorber las grasas, por lo tomar una taza de té rojo después de comer ayuda a la digestión y a adelgazar.
El té negro es la variedad que posee más teína debido a su mayor tiempo de fermentación, y al pequeño tamaño de la picadura.
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