¿Cuántas veces hemos visto a un niño con mofletes, algún michelín y algo regordete y alguien ha dicho esa frase de "qué sanote se le ve"? Pues, seguramente, esa no es la frase más acertada. Que un niño coma bien, no significa que coma sano. Y hoy en día, esa debería ser la preocupación de cualquier madre, ya que la tendencia apunta a que los niños cada vez comen alimentos con más grasa, hacen menos deporte y corren mayor riesgo de padecer obesidad infantil que en generaciones anteriores.
Actualmente, España es el 4º país de la Unión Europea con más niños con problemas de sobrepeso y un 16'1% de los niños con edades comprendidas entre los 6 y los 12 años sufren obesidad, mientras que hace tan sólo cinco años la tenían un 5% de los menores. Y las cifras siguen subiendo. ¿A qué es debido esto? ¿Viene determinada por factores hereditarios?
La verdad es que los genes influyen. Pero no son ellos, precisamente, los causantes del incremento de sobrepeso de la población infantil. Ha sido algo progresivo.
En las últimas décadas España ha sufrido lo que puede llamarse como una "transición nutricional", ya que nuestra dieta se ha transformado tanto en el tipo de alimentos que consumimos como en la cantidad de los mismos. La comida rica en azúcares y grasas, como la bollería industrial, los embutidos o la carne, junto con la falta de verduras y frutas se han convertido en la tónica reinante en nuestro día a día. ¿Y qué me dicen de las horas dedicadas a la actividad física? Probablemente los niños dediquen muchas más a jugar con las videoconsolas y a ver la tele, con el consiguiente sedentarismo, que agrava los problemas de obesidad.
Por todo esto, los datos actuales son tan alarmantes. Tanto que en España ya se ha augurado que las generaciones actuales van a ver reducida su esperanza de vida a causa de la obesidad. Por primera vez en muchos años. Preocupante, ¿verdad?
Tener un menú variado, sano, equilibrado y nutritivo es la base de una buena alimentación y el punto de partida para invertir las tendencias. Si ya lo sabemos, ¿por qué no lo hacemos? Porque, ¿quién mejor que nosotros para dar ejemplo a los más pequeños?
Actualmente, España es el 4º país de la Unión Europea con más niños con problemas de sobrepeso y un 16'1% de los niños con edades comprendidas entre los 6 y los 12 años sufren obesidad, mientras que hace tan sólo cinco años la tenían un 5% de los menores. Y las cifras siguen subiendo. ¿A qué es debido esto? ¿Viene determinada por factores hereditarios?
La verdad es que los genes influyen. Pero no son ellos, precisamente, los causantes del incremento de sobrepeso de la población infantil. Ha sido algo progresivo.
En las últimas décadas España ha sufrido lo que puede llamarse como una "transición nutricional", ya que nuestra dieta se ha transformado tanto en el tipo de alimentos que consumimos como en la cantidad de los mismos. La comida rica en azúcares y grasas, como la bollería industrial, los embutidos o la carne, junto con la falta de verduras y frutas se han convertido en la tónica reinante en nuestro día a día. ¿Y qué me dicen de las horas dedicadas a la actividad física? Probablemente los niños dediquen muchas más a jugar con las videoconsolas y a ver la tele, con el consiguiente sedentarismo, que agrava los problemas de obesidad.
Por todo esto, los datos actuales son tan alarmantes. Tanto que en España ya se ha augurado que las generaciones actuales van a ver reducida su esperanza de vida a causa de la obesidad. Por primera vez en muchos años. Preocupante, ¿verdad?
Tener un menú variado, sano, equilibrado y nutritivo es la base de una buena alimentación y el punto de partida para invertir las tendencias. Si ya lo sabemos, ¿por qué no lo hacemos? Porque, ¿quién mejor que nosotros para dar ejemplo a los más pequeños?
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